Esta es una curiosa presentación en la que se cuenta una historia real que nos muestra hasta qué punto es importante
enseñar a pensar. Nunca será suficiente advertir que la acumulación memorística de contenidos sólo trae como consecuencia natural el olvido. Servirá al alumnado, igual que a nostros, para aporbar un examen pero no nos preparará para la vida. Enseñar a pensar, acondicionar la cabeza antes que llenarla es una de las claves del exito en la formación de los nuevas generaciones.
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