Impresionante trabajo periodístico de investigación sobre los niños obligados a ejercer de jockeys en países del Golfo Pérsico. Las imágenes, grabadas con cámara oculta en su mayor parte, nos muestran la crueldad del trato hacia los niños (extremadamente jóvenes) en contraste con los cuidados y atenciones hacia los camellos.
Estos son los mismos países que no dejan conducir ni votar a las mujeres, mantienen la mutilación y flagelación como castigo y en general están anclados política, social y culturalmente en un feudalismo ilustrado de caracter teocrático medieval.
Pero, no nos engañemos, también son los que nos compran la deuda de nuestros pasados excesos, clubes de fútbol en bancarrota, armas, trenes para el desierto, mansiones en la Costa del Sol y un largo etcétera.
Y yo me pregunto ¿porqué no aparecen más en nuestros medios estas crudas realidades que masacran los derechos humanos más elementales? ¿es pura y dura hipocresía o acaso están comprando también nuestro silencio, nuestra indiferencia y por tanto nuestra complicidad?
A mí al menos aún me cabe un poco más de indignación "solidaria" y así lo hago constar aquí.
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