miércoles, 11 de septiembre de 2024

RESUMEN PRESENTACIÓN MACRI Y LA COBRA TAIPÁN 27/8/24


Hola otra vez. Aquí va un resumen de la presentación del pasado. 27 de agosto. Me lo pasé tan bien y fui tan bien acogido que quería dejar constancia para la posteridad.
Abrazos.

lunes, 2 de septiembre de 2024

PRESENTACIÓN MACRI Y LA COBRA TAIPÁN EN EL PICAZO

Fin de fiesta rumbero praguense, en un lugar de la Mancha y con palmas picaceñas. Todo un himno a la diversidad y la alegría de vivir.
Abrazos a todos y todas.




martes, 9 de julio de 2024

ENTREVISTA EN MÁLAGA TV


Hola: os adjunto una entrevista que me han hecho en la televisión local PTV Málaga. Por si no os interesa mucho la actualidad provincial, la entrevista está del 22´30´´ al 32´30´.

sábado, 6 de julio de 2024

EL TIEMPO DE SHATAN



Shatan llegó de noche, desde el cielo. Su aliento fétido y silbante lo precedía y yo, Nasim, hijo de Kamal, sin conocerlo, ya temblaba. Entonces tenía una familia, doce años y mil más que cumplir. Hoy tengo treinta, estoy solo y veo el tiempo que me quede como una condena. La visión de la carne desgajada, el hedor a muerte, el miedo y los gritos de mi familia comenzaron a instalarse en mi cerebro. Hoy, casi veinte años después, continúan ahí. 
 
En los meses que siguieron, todas las noches, o al menos eso me parecía a mí, Shatan nos visitaba con su cortejo de destrucción. Sin verlo, lo conocíamos bien, porque lo oíamos llegar, cargado de amenaza. Tenía mis dientes rotos de apretarlos, secos los ojos de tanto llorar y muerta la esperanza en el futuro. Pero al menos estaba mi familia. Juntos nos protegíamos. 

Temía no saber cuándo llegaría y temía al miedo mismo. Aguzábamos el oído para escondernos, como las ratas, aunque no teníamos dónde. Temía el momento después, con el recuento de ausentes, de miembros descabellados, de lamentos que brotaban del profundo de la tierra. Temía cuando mi madre descubría que mis tripas habían evacuado parte del miedo que las atenazaba, como cuando tenía tres años. Ella me miraba entonces con una sonrisa y me ayudaba, antes que los demás lo descubrieran. 

Cuando el demonio me la arrebató, una noche de garabatos de colores, parte de mí se fue con ella. No quería olvidarla y me asustaba que ya nadie ocultara mi vergüenza. Más tarde el trueno se llevó al resto de mi familia y el miedo al futuro, como si fuera a tenerlo, sustituyó al miedo a la muerte y al dolor, que se habían hecho cotidianos para nosotros. Entonces me espantaba que no quedáramos ninguno para contar el horror. Una culpa difusa por seguir respirando en medio de tanta destrucción me oprimía el pecho hasta dejarlo al borde de la asfixia. 

Ellos, desde la antigüedad, abrazaron la ley del Talion como justa, la del ojo por ojo y diente por diente. Pero ahora Shatan mata niños y mujeres, niega el agua y el pan, devuelve siete por siete veces el daño recibido, da la muerte a los muertos y deja sin vida a los vivos. Y eso es injusto. La venganza ciega, desmedida, atroz, no está en la ley sino en el corazón oscuro de los hombres que la sirven. 

Cuando otro trueno derrumbó la casa de Halima, mi vida se derramó por los agujeros de silencio que quedaron. Solo se oían los quejidos apagados de los vivos, sepultados en los sótanos de la muerte, con ella. Y después, cuando ya sus bocas estaban secas por el polvo y la sed, el tañido monótono de las piedras contra lo metálico como grito de ayuda. Días más tarde, mis vecinos decían que había cesado este coro tenebroso, pero yo seguí escuchando mucho tiempo las voces de ella y las de los otros, que me llamaban. Y seguí arrancándome las uñas contra la tierra y la razón. Y seguí desgarrando mi garganta con gritos de respuesta y de venganza. Halima seguía allí, donde ya no cumpliría más allá de sus once años. Y no podríamos compartir nuestro futuro, hecho añicos. Y ahora, sí, estaba solo. 

Cuando el demonio asomó por el horizonte, por fin pudimos ver su rostro joven y humano, que nos gritaba palabras de odio que no entendíamos. Ahuyentaba así su miedo, que era el mismo que el mío y el de todos. Podíamos luchar contra Shatan, que era de otro mundo, lejano y ajeno, pero no contra ellos, que estarían siempre ahí, dispuestos a volver. 

Cuando Shatan dejó de venir, nos ocupamos en recomponer las casas y los cuerpos porque nuestras almas habían quedado en los sótanos de la muerte, con los nuestros. El miedo a la vida se superpuso al miedo a la muerte, como un espeso sudario que nos envolvería hasta el final. 

Vinieron a ayudarnos aquellos que ayudaron antes al demonio y aquellos que nos habían dejado solos y aquellos que miraron a otra parte. Y traían hambre de negocio o falsa contrición o inútil condolencia. Pero no nos encontraron a todos, muchas niñas, muchas mujeres, las más necesarias para sobrevivir, ya no estaban. Un odio nuevo enlutó mi corazón, que creía ya colmado por el terror y la ira contra Shatan. 

Mi vida, tras la tormenta, es una lenta moratoria, que ni he pedido ni merezco. Una parte de mí quedó en aquellos sótanos donde no se cumplen años, con Halima y con mi madre, que ya no me puede limpiar la vergüenza que me acude aún, al menor ruido. Me hundo cada día más en un pozo de culpa por no haber salvado a los míos, por seguir vivo y por no tener el valor de enfundarme un chaleco de la muerte y acabar con ellos, conmigo y con todo. El demonio ha hecho bien su trabajo. Ha matado los cuerpos de los ausentes y las almas de los que quedamos, con esta apariencia de vida. 

Para mí ya solo existe un espacio de vacío, como una prórroga inútil a la que no tengo derecho. Casi añoro el tiempo del trueno y el grito para volver a sentir la urgencia de vivir. 

 Solo le pido a Dios 
Que el dolor no me sea indiferente
 Que la reseca muerte no me encuentre 
Vacía y sola sin haber hecho lo suficiente 
León Gieco

lunes, 22 de abril de 2024

MACRI EN LA FERIA DEL LIBRO DE MÁLAGA CON EXLIBRIC


Os espero a todos y todas en este mi debut en una Feria del Libro. Buena ocasión para reencontrarse y hablar de literatura.
Un abrazo.

 

MACRI EN LA FERIA DEL LIBRO DE MÁLAGA 2024

 


Os espero a todos y todas en este mi debut en una Feria del Libro. Buena ocasión para reencontrarse y hablar de literatura.
Un abrazo.

domingo, 7 de abril de 2024

CAMINO A ES VEDRÁ


CAMINO A ES VEDRÁ

Dámaso Jubrique era un hombre atormentado en ese momento. Corría, al borde del colapso, hacia Es Vedrá, mientras fuera de su Alpine 300, la oscuridad le iba ganando la partida a la luz. Algo terrible podía ocurrir si no llegaba a tiempo, como la otra vez. 

Tenía unos sesenta años y una constitución fuerte. Gastaba unas gafas redondas de lentes oscuros que, lejos de ser ordinarias, le daba un cierto aire de distinción. Era alto y bien parecido y tras dos matrimonios y varias relaciones, aún despertaba el deseo en las mujeres. Lucía una sonrisa dentífrica que dejaba ver una dentadura perfecta. Esta, junto con los labios, formaban una enseña tricolor que era su carta de presentación.

Su agitación se había convertido en angustia conforme anochecía. Tenía que llegar a Es Vedrá como fuera, y pronto. El pie sobre el acelerador estaba a punto de salir por el motor. 

A Dámaso le gustaba su trabajo, en el que llevaba los últimos veinticinco años. Se desarrollaba en un sitio pequeño, que además era su vivienda, pero disfrutaba de unos anchos horizontes. Todos los días la misma rutina, la misma cadencia. Todo pautado y previsible, reglamentado. Y así era él, recelaba de la excepción y confiaba en la norma, en cualquier ámbito de su vida. Pero en esta ocasión algo la había roto de forma inesperada y debía remediarlo antes que fuera demasiado tarde, como la otra vez. Eso suponía saltarse algunas otras normas, como las de circulación, cosa que odiaba.

Los faros de su Alpine 300 acuchillaban ya la oscuridad, densa como la tinta y velada por una fina lluvia, mientras otra clase de sombra se instalaba en su ánimo. La premonición del fracaso lo atenazaba. El manto de la noche hacía tiempo que cubría todo y ahogaba su esperanza. Esta vez no tendría tanta suerte como la anterior. Sería el fin de su carrera y el principio del infierno. No podía repetirse la historia, tenía que llegar. 

La lluvia ya había tornado de chubasco a chaparrón, cuando atisbó al fin Es Vedrá. Se mostraba aupada en un promontorio y llegar a ella ahora constituía su única razón de existir. Si hubieran anunciado en la radio que una bomba atómica había caído en Madrid o que se había acabado con las enfermedades, no habría pestañeado más de lo necesario para seguir conduciendo. Las últimas curvas las dio derrapando y apenas entreviendo el camino a través de la oscuridad y la cortina de agua.

Por fin llegó a la explanada frente a Es Vedrá y el chirrido del frenazo quedó opacado por un trueno formidable que pregonaba la galerna. Saltó del coche y llegó al portal, ya casi empapado. Entró corriendo en su casa y sin cerrar la puerta se dirigió a un piso superior. Subió a zancadas las escaleras y encendió una luz. Tras avistar el exterior, comprobó que todo estaba en orden y comenzó a recuperar su ritmo cardiaco habitual. 

Dámaso bajó ya más calmado al salón, cerró la puerta de la entrada, se puso otra ropa y se sirvió un generoso vodka sin hielo. Respiró tranquilo mientras trataba de enviar la angustia recién sufrida al cajón de las pesadillas y recobrar la rutina que tanto buscaba. Tras unas hondas respiraciones y varios tragos al licor, que le obligaron a servirse otro, pareció dar por resuelto el problema. Se sentó en su sillón favorito, encendió la televisión y se quedó dormido con su ayuda y la del vodka. Cuando se despertó, la televisión seguía encendida y justo en ese momento mostraban algo que llamó su atención. 

Unos minutos después, se levantó otra vez alterado, pero ahora más abatido que impetuoso. Se dirigió a un mueble de un extremo del salón y sacó una vieja Bereta del 38 que guardaba desde hacía años, cargada. Volvió a sentarse, apuró el vaso, amartilló el arma y se voló la tapa de los sesos con un disparó en la boca. 

Fuera, entre la tempestad, un rayo de luz seguía barriendo con una cadencia fija los alrededores del lugar. 

Fernando Navarro


 

martes, 2 de abril de 2024

REVISTA AOSMA NÚMERO 33

Otro magnífico número de la revista AOSMA. El monográfico trata sobre la Inclusión, ese concepto que admite tantas interpretaciones, como personas la abordan. Aquí van unas cuantas. El resto de secciones en la línea de calidad científica y de diseño a que nos tiene acostumbrados esta publicación. La última colaboración es un biorelato del que os habla, titulado "Una jornada tan normal". A ver si os gusta. 

lunes, 18 de marzo de 2024

MACRI Y LA COBRA TAIPÁN EN RADIO COLOR COMUNITARIA

 

Muy amena y completa charla sobre Macri y la cobra taipán con Víctor Frías en Color Comunitaria, una emisora muy activa de Málaga ubicada en la Palmilla. Gracias a Víctor, a Paco Carbonell, el jefe de la parte técnica y al Colectivo Malagueño de Escritores. Abrazos.
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